lunes, 21 de julio de 2014

LAS VIAS DEL TREN

Parado en la estación, esperaba que ella llegara, aún sostenía una rosa que había cortado del jardín de un vecino, mientras que sus espinas se clavaban lentamente en mis dedos. A la lejanía, la vía férrea zigzagueaba y se partía el punto de imaginarme que pronto se convertiría en la película de mi vida, una película que agradaría por la tristeza de sus personajes, esas películas que mi mamá me obligaba a ver, aunque ahora era diferente, ahora se trataba de mí y mi alma que pendía del pétalo de una rosa, la noche caería pronto y ella seguía sin aparecer, otro tiro de dados y la suerte está echada, bajo mi resignación entendía que ella, nunca llegaría.